Si quiere descanso, buenas vistas y un agua azul casi transparente, en Cala Salada encontrará lo que busca. Se trata de una pequeña calita de arena, rodeada de suaves colinas pobladas de pinos. Muchos lugareños acuden a este lugar para disfrutar de un día tranquilo de sol y playa.
El casco antiguo de la ciudad de Ibiza es conocido como Dalt Vila. Se puede acceder a ella por el Portal de ses Taules, un puente levadizo que conduce hasta la puerta principal que, vigilada por dos estatuas romanas, nos da la bienvenida. Desde allí ingresaremos a la Plaza de Vila o plaza principal.
La Discoteca Pachá de Ibiza es sinónimo de fiesta. Muy conocida internacionalmente, este local es al que acude todo el mundo que quiere pasar una noche de buena música y diversión cuando visita Ibiza.
La iglesia-fortaleza de Es Puig de Missa se encuentra situada en la parte más alta del pueblo de Santa Eulalia. Se trata de un templo del siglo XVI, de estilo ibicenco, aunque es probable que fuera construido sobre una edificación aún más antigua. En cualquier caso, es uno de los monumentos más conocidos del pueblo y el que más visitantes recibe cada año.
El mercadillo Punta Arabí, de aires hippies, comenzó su andadura en los años 70, y desde entonces ha conformado, todos los miércoles, uno de los paisajes más pintorescos de la isla de Ibiza.
La Playa de Las Salinas o Ses Salines está ubicada en la parte meridional de a Isla de Ibiza. Se trata de una playa de arena fina, donde los pinos y las dunas conforman un paisaje único, terminado de completar por un agua de un azul claro y cristalino.